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Todo mundo puede aprender a comunicarse mejor: ¿cómo hacer que tus ideas sean escuchadas?


¿Cómo navegar cualquier reto comunicativo? Desde que se te olvide el guión o que no funcione el proyector hasta que te interrumpan a mitad de la presentación o tengas un trol.


Pues esto último le pasó al podcast de tecnología más premiado de los últimos años. Y, para ser sincero, hace tiempo no me entretenía tanto. 


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Minuto 1:00 del video: Sam Altman, Lord IA y CEO de OpenAI (ChatGPT), rompe protocolo en vivo para vengarse de dos periodistas que lo cuestionan recurrentemente. El podcast Hard fork del The New York Times invitó a Altman al primer evento abierto y él entra al escenario minutos antes de su participación con clara intención de disrumpir y descolocar a mis Casey

Newton y Kevin Roose. 


El terror de un presentador.


Y de pronto el crossover de mis dos especialidades, retórica y ética en IA: un líder tecnológico usando su poder para intimidar en vivo a sus críticos. Lo que verán en el minuto 1:00 es el mejor ejemplo de cómo adaptarse a la volatilidad del siglo XXI y a la tiranía tecnológica: el jazz mindset.


Quienes siguen el podcast, una joya retórica donde dos expertos en literatura y periodismo hablan de Inteligencia artificial, saben que claramente Casey es el co-conductor más versátil y ocurrente. Pero cuando llegó la crisis de la interrupción malintencionada se negó a renunciar al orden establecido, al guión, y estuvo cerca de provocar uno de los momentos más incómodos de la agenda tecnológica internacional.


Les describo una tensión de 10 segundos que se sintió de 1 hora:

  • 0:17 Salen Altman y su COO. 

  • 0:20 “Oh, cielos”, Kevin reconoce el problema mientras Casey voltea y entra en crisis. 

  • 0:21 “Qué?! ja!!”, Casey manifiesta desconcierto.

  • 0:26  “Imposible…”, “ok, buenísimo…”, Casey balbucea.

  • 0:27 “¿Quieren que nos regresemos?”, pregunta maliciosamente Altman sabiendo que es imposible dar vuelta atrás. 

  • 0:28 “Ahm”, Casey sigue en shock y voltea a ver a Kevin (“estem…”), pero ya la ansiedad social de todo el auditorio era insostenible.


0:29 “Bienvenidos!”, grita Kevin. Y una ola de aplausos rompió la tensión.


Fue Kevin Roose, comunicador más modesto (dentro del alto rendimiento) quien saltó, arrebató palabra y aplicó el legendario jazz mindset: improvisar deliberadamente. En mexicano decimos "es lo que hay" o su versión standupera: "sí, y...".


Casey, con toda su genialidad, le costó levantar. Intentaba torpemente mediar entre las groserías de Altman, el nuevo guión y su ansiedad emocional. Fue Kevin nuevamente quien resistió asertivamente a las majaderías del titán tecnológico, inclusive enfrentándolo varias veces con acusaciones sobre violación a privacidad de datos. Kudos para él. 


"Sí, y...", estrategia jazzera y cabaretera, es la mejor disposición emocional y comunicativa para desempeñarse en entornos volátiles y con inges majaderos.





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