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Back to Basics: Retórica clásica el siglo XXI

“Quien no estudia retórica se convierte en su víctima”


 —Inscripción en una antigua pared griega, citada por James Murphy en A Synoptic History of Classical Rhetoric


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Hay una competencia por tu atención. Una guerra, lo llaman algunos. Cada día, una persona promedio está expuesta a entre 6,000 y 10,000 impactos publicitarios, según estimaciones de Forbes y Red Crow Marketing. En un mundo desinformado, apático e incrédulo, la persuasión es el último reto comunicativo. 


No basta con tener una buena idea. Si no logramos que los demás nos escuchen, nos entiendan y nos crean, nuestras ideas se pierden. Para comunicar en tiempos volátiles, volvamos a los principios de la retórica.


 La retórica —el arte de persuadir— no es una herramienta antigua, tramposa u obsoleta: es una brújula para navegar conversaciones difíciles, inspirar acción y liderar con integridad. 

Tres principios milenarios que siguen moviendo al mundo


La retórica está viva. La encontramos en los discursos de Barack Obama, en los manuales de onboarding de McKinsey y en Radical Candor, el best-seller de Kim Scott sobre liderazgo. Aunque el contexto cambie, los tres pilares retóricos del viejo Aristóteles siguen funcionando porque apelan a lo más humano de quien habla y de quien escucha:


1. Logos – La fuerza de la idea

Una buena argumentación es el antídoto más poderoso contra la desinformación. Logos se refiere a la lógica del mensaje: la claridad de tu idea central y la solidez de los argumentos que la respaldan.

Consejo práctico: Antes de hablar o escribir, aclara tres cosas: ¿De qué vas a hablar? ¿Por qué es importante? ¿Cuáles son los próximos pasos?


2. Pathos – Conectar desde la emoción

No somos robots. La comunicación humana necesita emoción para convertirse en acción. Pathos significa “pasión”, “emoción” o “afecto”. Entender el mundo emocional de tu audiencia es clave para que tu mensaje importe y movilice.

Consejo práctico: Entrénate en la empatía. Escucha con atención, identifica emociones y responde en sintonía. No se trata de manipular, sino de conectar.


3. Ethos – Hablar desde el carácter

En un tiempo donde la autoridad tradicional está en crisis, la credibilidad se construye mostrando quién eres y por qué vale la pena escucharte. Ethos no es sólo tener razón: es mostrar integridad, experiencia y coherencia.

Consejo práctico: Habla desde tu experiencia. ¿Qué has vivido, estudiado o enfrentado que te da legitimidad para opinar sobre este tema? Nómbralo y hazlo visible.


Si no me atienden o entienden o creen, el problema es mío

La retórica no es adorno, es una ética y estética de la comunicación. 



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